sábado, 2 de novembro de 2013

El encuentro de Málaga se convierte en «algo más que una final»

El miércoles al mediodía, en las vísperas del encuentro ante el Levante, el presidente del Betis, Miguel Guillén, entró en el vestuario verdiblanco para lanzar un escueto pero claro mensaje: «Confiamos en vosotros, es una final y así tenéis que tomárosla». 48 horas después, con el equipo en zona de descenso tras sumar nueve puntos en los once partidos jugados hasta ahora, uno de los titulares fijos de los verdiblancos, no se corta a la hora de calificar lo que le espera a sus compañeros mañana por la noche en La Rosaleda. «Lo de Málaga es mucho más que una final», afirma el defensa Antonio Amaya que, lesionado, no podrá ayudar en tan trascendental cita.


El asunto se presta a debate. Para algunos, quizás con razón, resulta exagerado hablar de finales cuando el calendario apenas ha entrado en el mes de noviembre y quedan por disputarse, ni más ni menos, que 27 partidos de la Liga, es decir, 81 puntos por pelear deportivamente. Otros, sin embargo, atendiendo a las más que discretas sensaciones que destila el equipo y recordando que todos los puntos que vuelan no vuelven, piden celeridad en la reacción para evitar que el paso de las jornadas convierta la inquietud en pánico.

El defensa madrileño habla con conocimiento de causa después de vivir momentos delicados en Heliópolis como en su primera temporada, cuando el equipo estuvo cerca de tres meses sin conseguir la victoria en la Liga o el curso pasado tras el sonrojante derbi. «No se puede comparar con crisis anteriores, se trata de algo diferente. Lo que está claro es que los jugadores lo estamos pasando realmente mal», cuenta Amaya, claro a la hora de recalcar que «somos los primeros que, cuando acabamos el partido y no nos han salido las cosas, nos vamos a casa  muy mal, pero hay que seguir trabajando para salir de la crisis».

El problema de las malas dinámicas es que, en muchas ocasiones, ni siquiera basta con poner muchas ganas e ilusión. «Ni siquiera con el cambio de actitud nos sirvió para ganar», recuerda Amaya cuando habla del encuentro del jueves ante el Levante. A los equipos en problemas les suele costar un mundo sumar de tres en tres y el Betis no es una excepción. En tiempos complicados es cuando más de uno recuerda lo fácil que resultaba triunfar no hace tanto tiempo. «El año pasado teníamos ocasiones, las materializábamos y nos salía casi todo. Sin embargo, este año no es así. Ante el Levante merecimos más. El equipo se sacrificó con un jugador menos con muchos minutos de partido por delante, tuvimos ocasiones, pero...», afirma resignado Amaya, al que no se le escapan ciertos detalles. «Cada semana hemos cometido fallos. En unas ocasiones no hemos tenido gol y en otras hemos cometido importantes errores en defensa», aunque el central trata de enfocar el momento actual con algo de optimismo. «Hay un vestuario humilde, con muchas ganas de trabajar y estoy seguro de que vamos a dar la vuelta a la situación. Está claro que no podemos estar contentos después de lo del otro día ya que no conseguimos los tres puntos necesarios para dar tranquilidad a la gente, pero tenemos que sacar lo positivo de la situación. El camino es la actitud y las ganas mostradas en el partido ante el Levante. La suerte se nos pondrá un poco más de cara y conseguiremos salir de la zona complicada».

El moderado optimismo del defensa choca con la crudeza del calendario inmediato que espera a los verdiblancos. En siete días, seis puntos en juego frente a Málaga y Barcelona en la Liga y parte del futuro de la competición europea en juego ante el Vitoria de Guimaraes el próximo jueves. «No miramos el calendario. Estamos en una situación en la que no podemos ir más allá del siguiente encuentro», cuenta Amaya, que desvela el contenido de alguna de las muchas charlas que se han mantenido en la caseta verdiblanca en las últimas horas. «Cuando nos reunimos y hablamos no paramos de recordar que hemos hecho cosas buenas. Muchos de los equipos que están por encima nuestra en la clasificación tampoco son muy superiores a nosotros. No nos merecemos estar en los puestos de descenso», afirma rotundo.

Confianza en Pepe Mel

El empate cosechado ante el Levante, por la forma y por el fondo, ha colocado en primera línea de fuego a varios nombres propios. El primero, Jorge Molina, triste protagonista desde los once metros. «Se trata de un gran profesional», cuenta Amaya, que asegura ver «tranquilo» al delantero después de lo ocurrido. «Lo da todo en el campo. No le han salido las cosas pero seguimos confiando en él. Cuando tenga la oportunidad de lanzar otro penalti lo hará y marcará».

La falta de gol bético lleva a todos a pensar en el gran ausente, Rubén Castro, al que Amaya considera «un gran jugador y muy importante para nuestros esquemas, pero ahora tenemos que pensar en lo que hay». Si hay alguien que echa en falta al delantero canario es el entrenador, persona que conoce bastante bien Amaya. «Los jugadores confiamos plenamente en Mel», es el tajante mensaje que lanza el defensa en nombre de todo el vestuario. Para ratificarlo, tira de hemeroteca y recuerda que «el entrenador ha pasado por situaciones peores en el Betis y hemos salido adelante. El vestuario, al completo, está con Mel». La unidad de la caseta, algo complicado de encontrar hasta en los equipos más triunfadores, será más sencilla en Heliópolis si llegan las victorias.

http://www.alfinaldelapalmera.com/noticias/real-betis/betis-encuentro-malaga-convierte-algo-mas-que-una-final.html

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