El Betis tiene una clara tendencia a la autodestrucción

Sábado 02 de Noviembre de 2013 04:51

Mel y Molina saludan a los ultras
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No hay manera de encontrar un momento de tranquilidad bética en los últimos tiempos. El saco de goles encajado en el Vicente Calderón se convirtió en el pistoletazo de salida para que se fueran engarzando, uno tras otro, episodios muy desconcertantes. La bronca de un grupo de aficionados en la estación de Atocha removió los cimientos de la entidad. Mel decidió de manera unilateral tomar el mando de las operaciones y ponerse ante los medios de comunicación el lunes, un día antes del esperpento vivido con el episodio de los ultras.



Las críticas recibidas desde muchos sectores por lo vivido en el escenario habitual de trabajo, llevó al consejo de administración a desmarcarse de su entrenador. El Betis hizo público un comunicado en el se afirmaba que «la seguridad estuvo garantizada en todo momento. Concretamente este día había sido especialmente reforzada. Si se produjo la presencia de aficionados en el recinto de entrenamiento, estrictamente reservado, fue por autorización expresa del personal del club. El Real Betis Balompié declara oficialmente que no puede tolerarse, bajo ningún concepto, la interrupción del entrenamiento de los jugadores por la presencia de personas ajenas al club. La tranquilidad en este espacio es esencial para garantizar su rendimiento. El consejo de administración del Real Betis Balompié hará cumplir con todo rigor esta norma, que afecta tanto a aficionados como a todo el personal del club».

El comunciado señala a Mel y más allá de la declaración de intenciones que contiene el mensaje, llamó la atención el momento elegido para hacerlo, 72 horas después de lo ocurrido y cuando el equipo, a pesar de no ganar, ofreció ante el Levante una imagen más digna que la de Madrid. Lo vivido no es una novedad. En Heliópolis tienen una facilidad casi asombrosa para autogenerarse problemas. Un buen puñado de cosas han hecho bien los componentes del actual consejo de administración y así se ha reconocido por la inmensa mayoría. Pero en la lista de los debes, uno de los que más pesa en la nula capacidad para evitar, o en su defecto tapar determinados problemas creados tanto en el vestuario como en los despachos.

La nefasta gestión de un derbi de filiales en el Villamarín, las insinuaciones del portero Fabricio sobre una presunta «relajación» del equipo en Gijón o la falta de unidad a la hora de  expresar en público el objetivo del equipo, fueron algunos errores de las últimas temporadas. En la presente hay también ejemplos, pero una notable diferencia cambia la percepción. Cuando la pelota entraba, los problemas se vivían de otra manera.

http://www.alfinaldelapalmera.com/noticias/real-betis/betis-clara-tendencia-autodestruccion.html